Mantener una buena reputación se basa en dos factores elementales: comunicar bien los éxitos de la organización y recoger de forma autentica la opinión de los grupos de interés que nos rodean.

Para ello aprovechamos los canales de comunicación establecidos y nuestros puntos de escucha activa establecidos.

La participación de toda la organización a través de buenos canales de comunicación interna será una de las herramientas clave para el mantenimiento de nuestra buena reputación y para hacerla crecer.

Para ello hacemos visibles nuestros éxitos, recogemos las críticas y evaluamos las propuestas para una mejora continua de nuestros procesos.


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